Retos para la enfermera escolar
El próximo 20 de abril, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicará un real decreto-ley que decretará que las mascarillas dejan de ser obligatorias en los espacios interiores, si no se regula específicamente para los centros educativos, los colegios podrán quitar las mascarillas en las aulas.
El 19 de abril Sanidad tiene pensado llevar al Consejo de Ministros «un real decreto-ley en virtud del cual las mascarillas dejarán de ser obligatorias en los espacios interiores, quedando sólo en algunos supuestos donde parecen absolutamente imprescindibles».
Los supuestos «absolutamente imprescindibles» citados por Darias se limitan a 3 situaciones:
- Trabajadores y visitantes de centros asistenciales y personas ingresadas cuando estén en espacios compartidos fuera de su habitación.
- Trabajadores y visitantes en zonas compartidas en centros socio-sanitarios.
- Medios de transporte.
Una vez eliminada esta barrera, más o menos eficaz, para la transmisión del virus en los centros educativos, la Enfermera escolar tendrá que prestar especial atención.
La enfermería escolar se ha destacado como una figura que ha resultado crucial para asegurar que se cumpliesen las medidas preventivas a la vez que realizaban una labor de vigilancia epidemiológica en primera línea, para detectar a los alumnos o profesores con síntomas, proceder al aislamiento y al rastreo de los contactos, además de, lógicamente, atender cualquier su trabajo diario ordinario en el el cuidado de la salud del centro escolar..
Asimismo, las enfermeras escolares han jugado un papel claver a la hora de la atención directa en casos sospechosos, coordinación de los contactos estrechos de los niños contagiados, priorizando la educación para la salud tan relevante en estas edades y en esta situación de pandemia.
La enfermera escolar, como personal sanitario cualificado, ha ocupado el rol de coordinador Covid en muchos casos, siendo esencial para la planificación de la reapertura de los centros observando las medidas sanitarias pertinentes.
«La presencia de la enfermera escolar ofrece confianza y tranquilidad a todos los miembros de la comunidad educativa, información contrastada y basada en la evidencia científica, además de ser un interlocutor eficaz con otros servicios sanitarios»
Sostienen desde la Asociación Nacional e Internacional de Enfermería Escolar (AMECE).
Ahora, es el momento de volver a centrar esfuerzos en otras patologías. La figura de la enfermera escolar ya era esencial antes de la pandemia, ya que realiza una labor clave en la integración de niños y niñas con enfermedades como asma, diabetes, procesos epilépticos o alergias, además del auge de las adicciones como el consumo de drogas, videojuegos, etc…